Ayer falleció un murguista (dicese que pertenecía al grupo juvenil, Murga la bejarana) y hoy sus antiguos amigos le rinden homenaje como hace años, más o menos conscientes de lo que decían, le prometieron. Una de las cosas que harán, es cantar esta canción que ha caido en mis manos.
No es ni más ni menos una singular versión de la popular zarzuela La bejarana. Lo curioso de todo esto (al margen de royos políticos) es que es totalmente aplicable al día de hoy. Como apunte, está sacada de un libro de canciones de la murga que data de 1979.
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