Muchas cosas se pueden hacer en la capital, sobretodo con tiempo y buena compañía.
A parte de echar algún curriculum e instancia para oposiciones, dejemos el deprimente tema para otra entrada... Por la zona de la castellana se puede ir de vez en cuando a El Canal a ver exposiciones tan geniales como la que visité el otro día.

Centrándose, aunque debería decir enfocando, todos los aspectos del genio incomprendido de su época, la exposición nos muestra en primer lugar una serie de inventos, no los típicos pero si de los más ingeniosos que pasaron por su mente, aunque para mi gusto faltaron algunos de sus autómatas más elaborados y desconocidos.
Con un vídeo pudimos ver el recorrido por Italia que hizo en su vida y las distintas situaciones en las que se vio involucrado. Por culpa del vídeo nos preguntamos de donde sacaba los cuerpos para sus estudios, con distintas teorías por nuestra parte pero en las que no me voy a meter. Y eso es lo siguiente que se podía ver en la exposición, las distintas ilustraciones anatómicas que realizó con una exactitud asombrosa.
La otra mitad de la exposición era un recorrido por su obra artística, con análisis detallados de la Mona lisa y la Última cena. Sin olvidarnos de una buena explicación con pantallas multimedia del Hombre de Vitruvio, una recreación del estudio de Da Vinci y algunas curiosidades mas...


Por cierto, antes de entrar al museo se podía ver un vídeo en autentico 3D sobre este crack de su época.
Relacionado con todo esto, en el museo del Prado vimos a la que han llamado la "Mona lisa española", con más color que la famosa que esta en el Loubre y algo más estilizada, por lo demás clavado todo. Lo del color es comprensible, ya que la que tienen los franchutes esta desgastadísima y no la vemos con el color original, lo cual es normal por que Da Vinci siempre la llevaba con él.


Unas buenas hamburguesas en el Foster que siempre vienen bien, algún paseo por algún centro comercial, conocer más de la nueva familia...
Pero uno de los descubrimientos que recomiendo es visitar el parque del capricho. Creado por los Duques de Osuna, tiene una extensión grande, no tanto como su horario de visitas, solo abre los fines de semanas y festivos. Una serie de bonitos estanques, estatuas, casitas y jardines con mucho encanto. Pero las cosas que más curiosidad me produjeron fueron el laberinto de arbustos y el bunquer de guerra, ambas cosas por desgracias cerradas al público. Aunque cobrasen algo son dos cosas en las que me gustaría meterme, pero bueno...
Puerta de bunker
Laberinto del capricho

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